Nuestro primer PC

 In Informática
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Al dicho de año nuevo, vida nueva,… este año lo aplicamos en hacer un poco de limpieza en el trastero, ya que vivimos en un mundo, donde el tiempo y el espacio es cada vez más limitado y valioso.

Destapando cajas para reciclar, recuperamos por unos momentos, nuestro primer PC, que nos lleva recuerdos no tan lejanos de nuestros inicios en el mundo de la informática.

Debía ser por el año 1.989/90 que compramos de segunda mano este Commodore, si de segunda mano, a nuestro profesor de informática, nos costó 100.000 pesetas (600 €), era de lo mejor, sobretodo porque tenía dos disqueteras que la mayoría de los PC no las llevaban todavía.

Con el aprendimos un poco de programación, a usar un editor de textos y los primeros juegos de ordenador. Recordamos su pantalla con letras verde fosforito y el característico ruido de las teclas que ningún teclado moderno ha sabido imitar todavía. Descubrimos que estar todo el día delante del ordenador aísla, no hace amigos, y que los juegos de ordenador fueron solo para unos meses, el tiempo necesario para qué nos pasáramos toda la noche soñando partidas infinitas de tetris, de carreras de coches o de comecocos. Y los dejásemos para continuar con la vida real. Seguimos profesionalmente en el mundo de la informática, ahora internet y comunicación, pero cada vez más vinculados con el mundo real, nuestra inseparable isla de Formentera.

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Quedó aparcado en un armario, debido a que todo evoluciona y en pocos años tuvimos que comprar otro, mejor, más potente, más rápido, más de todo…

Al reencontrarnos con el no lo pusimos en marcha (no sabemos ni dónde encontrar un disquete con el sistema operativo necesario) pero seguro que si se lo pusiéramos arrancaría y funcionaria perfectamente. Del resto de ordenadores y equipos que hemos tenido sí que no funcionaría ninguno ya.

Lo último que hemos comprado, ha sido un portátil Acer, una tablet Infinity y un smartphone Samsung Galaxy, que sumando los tres han subido a la misma cantidad que pagamos hace más de 25 años por el Commodore: 600 €

Ahora con estas palabras y esta foto permanecerá en el recuerdo colectivo para siempre, porque reciclar por suerte cada vez es más útil y más fácil, pero borrar (hacer desaparecer) contenidos digitales es cada día más difícil y más costoso.

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